Debido a la concentración de edificios y transito vehicular, la vida en nuestras ciudades se ha vuelto insana. Los autos y la calefacción consumen el escaso oxigeno de hoy dia y producen sustancias nocivas en abundancia.
Enormes superficies de hormigón y asfalto llevan a un sobrecalentamiento de la atmosfera de las zonas urbanas y dan lugar a que la suciedad y partículas de sustancias nocivas que se depositan en el suelo, suban en remolino por el calor generado y se desparramen sobre la ciudad, alcanzan en el centro de una gran ciudad, temperaturas del aire de entre 4º y 11ºC más altas que en los suburbios.
Según Lotsch las ciudades tienen hasta un 15% menos de horas de sol directo y una mayor frecuencia de niebla (de 30 a 100%) de acuerdo a la época del año.
Jardines al frente y patios enjardinados, pero sobre todo techos y fachadas enjardinados, podrían mejorar decididamente el clima polucionado de las ciudades: el aire se purificaría, se reducirían considerablemente los remolinos de polvo y las variaciones de temperatura y porcentajes de humedad disminuirían.
Jardines al frente y patios enjardinados, pero sobre todo techos y fachadas enjardinados, podrían mejorar decididamente el clima polucionado de las ciudades: el aire se purificaría, se reducirían considerablemente los remolinos de polvo y las variaciones de temperatura y porcentajes de humedad disminuirían.
Para lograr un clima urbano saludable, probablemente sería suficiente con enjardinar entre un 10% y un 20% de todas las superficies techadas de la ciudad, ya que un techo de césped sin podar tiene promediamente de 5 a 10 veces más de superficie de hojas que la misma área en un parque abierto.
Se puede partir de la base de que en los barrios céntricos de las grandes ciudades 1/3 de la superficie está edificada, 1/3 corresponde a las calles y plazas, a su vez pavimentadas, y solamente queda 1/3 de superficies verdes sin pavimentar. Si solo por cada cinco techos hubiera uno de césped, la superficie de hojas en esa ciudad se duplicaría.
Los techos verdes además de influir en el mejoramiento del clima de la ciudad, también optimizan la aislación térmica, el almacenamiento de calor del edificio, y su aislación acústica. Además son considerados, a largo plazo, más económicos que las cubiertas convencionales.
Los techos enjardinados conducen, en esencia, a una construcción ecológica económica. Como se señala a continuación:
- Disminuyen las superficies pavimentadas.
- Producen oxígeno y absorben CO2.
- Filtran las partículas de polvo y suciedad del aire y absorben las partículas nocivas.
- Evitan el recalentamiento de los techos y con ello disminuyen los remolinos de polvo.
- Reducen las variaciones de temperatura del ciclo día-noche.
- Disminuyen las variaciones de humedad en el aire.
- Tienen una larga vida útil si es correcta su ejecución.